
Al fin!, tras muchos Kms desde Burgos, ya sólo me restaba el
Levante para terminar el camino del Cid. Por causas ajenas a mi
voluntad, me tocó cambiar una de mis semanas de vacaciones
planeada para Octubre, a las soleadas, y para mi gusto poco deseables,
vacaciones de Agosto. Desde luego no parecía la semana ideal
para pillar la bicicleta por el Levante español, pero
qué remedio había? Necesitaba una semana para
terminar el camino del Cid y la Rosica no tenia vacaciones,
así que organicé la salidica que
culminaría en Murcia.
No pensaba que se apuntaría nadie, pero para mi sorpresa
Bruli se unió al plan y hasta la flor y nata Turolense no
pudo evitar la rutica ;-)
Viernes 14 de Agosto.
Castellón - La Puebla de Valverde.
Tan pronto como me fué posible pillé el tren
desde Cs a Valencia, donde me esperaba el Bruli para hacer el
último repaso del equipaje en su casa y dejar aquello que no
fuera preciso en los dos primeros días, ya que el Lunes
llegaríamos a Valencia y podríamos reponer
equipaje en el campamento base ;-).
Desde allí pillamos el tren desde Valencia, por lo que no
tuvimos complicaciones en cargar las bicis, al ser inicio de trayecto.
Tras tres horas de viajecito en el regional express del viernes,
llegamos casi al anochecer a la Puebla de Valverde. Alli inspeccionamos
el hostal (El Horno) y fue un alivio descubrir que las ventanas estaban
bien aisladas, porque sino, con la berbena al lado, anda que
íbamos a dormir ;-).
Tras una buena pitanza en el mismo bar de que disponía el
hostal, fuimos a pasar un ratico a la plaza del pueblo,
donde disfrutamos del toro embolao, que como en muchos
pueblos, hacían en fiestas.
Luego, prontico, nos fuimos al sobre, que habia que descansar para
empezar la rutica con alegría.
Sábado,
15 de Agosto. La Puebla de Valverde - Olba.
Antes de que lo imagináramos, aparacecieron
Antoñico y su hermano Carlos por debajo de la ventana de la
habitación, descargaron la bici
y desayunamos algo rapidico para ponernos cuanto antes en
marcha.
Tras el desayuno, nos despedimos de Carlos y fuimos a buscar la fuente
para cargar agua hasta los topes.
Al principio los caminos eran buenas pistas, con la montaña
no muy lejos y de pendientes suaves que no suponían esfuerzo
alguno.
No obstante, empezamos el primer dia con el primer obstáculo
en el río. Por suerte las últimas lluvias habian
sido más leves de lo esperado y dejaron un paso libre para
cruzar el rio.
Con un solano del 15, pasamos por Rubielos de Mora y llegamos a Mora de Rubielos, ciudad natal de los
Marta, donde nos dimos un buen remojón en la fuente canaletas,
al lado de casa del tio de Antonio. Y menos mal que no lo encontramos,
que sino le vaciamos la despensa.
Tras el merecido refresquito, fuimos a la plaza, a rellenarnos de
cervecita en el Pichán.
A ver quién dice que no a una cervecita con 40 grados de
solano...
Continuamos por carretera un rato, y luego nos desviamos hacia la
montaña de nuevo, donde la cara más escabrosa nos
esperaba, hasta que llegamos a nuestro fin de etapa, Olba.
Puesto que el pocoservicios no lo abrían hasta las 6 de la
tarde, nos fuimos a hacer tiempo en el bar, y mira tu por donde, nos
encontramos al cuñao del Antonio. Si es que el mundo es un
pañuelo.
Como
no nos daban de cenar, sacamos la cecina que llevábamos en
las alforjas y alli mismo le dimos una digna sepultura y asi se hizo la
hora de descargar en el Multiservicio, lavar la ropa y asearnos para
volver a recrearnos, quinto en mano, de las fiestas taurinas del
pueblo. Y con esto y un bizcocho, nos recogimos en el albergue, donde
cada uno se situó estratégicamente en una punta
para protegerse de los rugidos de la noche.
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Domingo, 16 de
Agosto. Olba - Navajas.
No parecía que los ronquidos de la noche anterior hubieran
producido efecto alguno sobre nosotros, por lo que entrada la
mañana,
tomamos
la sagrada comunión de Isostar y empezamos a bajar
dirección al pantano de Cortes de Arenoso, donde nos
encontramos con la hermana de Pedrico, la Monzonaaaaaaa 
Nos hicimos la foto de rigor en la indicación del camino
(que tiene huevos que sólo esta indicado por carretera) y
seguimos disfrutando de la vista del pantano
hasta llegar a Montanejos, donde dedicamos una buena hora a hacernos
pasar por motoristas y arrearnos un almuerzo como tales, y eso que
apenas habíamos iniciado el esfuerzo.
El solano se acució y el trabajo fue nuestro para poder
llegar a Montán, ya que el camino trazado no era demasiado
ciclable y entre las subidas tras salir de Montanejos y la pista de la
muerte hasta Montán la faena fue nuestra para llegar.
Tras llegar a Montán, la ruta seguía por
carretera, pero la sorpresa estaba en el puerto de Arenillas, que nos
hizo sudar todas las cervecitas que llevábamos encima.
Desde alli, la bajada fue rápida y en un plis nos
encontramos en Caudiel con Luis, el colega de Brulico, y sus colegas de
vacaciones, que nos inivtaron a cenar perdiz y conejito a la brasa en
Jérica.
Con desánimo, porque el fin de semana había
pasado, acompañamos a Antonio hasta la estación
de Segorbe, y tras asegurarnos que le dejaban cargar la bicicleta hasta
Teruel, nos despedimos hasta la próxima rutica del Turolense
(por cierto, si alguien se apunta a la matahombres, allí
estará nuestro enlace).
Y tras la cenita fresquita en el pueblo, nos quedaba otra noche
muuuucho más fresquita en el camping de Navajas,
especialmente a la altura que nos encontrábamos, ya que
desde la parte inferior del camping, hasta donde nos colocaron a
nosotros, había una buena cuesta.
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Lunes, 17 de Agosto.
Navajas - Valencia
Continuando la via verde de Ojos Negros, que nos había
llevado desde Caudiel hasta Jérica, contemplamos con
preocupación la extensión que se había
quemado a la altura de Soneja. Es una lástima que se
produzcan estos incendios, poque las condiciones en las que quedan las
pistas tras los incidentes es lamentable, y para alguien que haya
disfrutado de esta via verde con anterioridad, resulta realmente triste
contemplar el estado deplorable en el que queda y especialmente si
pensamos en lo que tardará en parecerse a lo que un
tiempo fue.
El camino de bajada transcurrió sin problemas, cambiando la
via verde por la via Augusta, en su mayor parte asfaltada, hasta llegar
a Valencia sin complicación alguna.
Allí aprovechamos para poner la lavadora en casa de Bruli y
tras descansar un poquito, tomar un buen mojito y salir por el centro a
buscar un bareto muy peculiar frecuentado por Bruli pero en el que
finalmente no pudimos saborear la tapa estrella... El rabo de toro.
No lo alargamos mucho y prontico tomamos el metro de vuelta y
descansamos tranquilamente a la espera del próximo dia de
ruta.
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Martes, 18 de Agosto.
Valencia - Xàtiva.
Como el día anterior, la ruta discurría
completamente plana desde Valencia siguiendo la Via Augusta (ahora
tambien señalizada como Camino de Santiago) hacia
Xàtiva.
Durante toda la etapa, el sol fue el principal protagonista y ante
nuestras ruedas no dejaban de pasar huertas y más huertas
con algun que otro campo de chufas y nuestra querida albufera, que
pasámos por su parte interior.
La ruta no se hizo larga y no tardamos en llegar a Xàtiva,
donde acampamos en un bonito camping muy familiar, tomamos un codiciado
bañito en la piscina y no tardamos en bajar al pueblo que se
econtraba en fiestas a tomar nuestras cervecitas y
la merecida cena en una terracita, atendidos por una camarera cuyo
novio tambien se había aventurado a realizar nuesto mismo
camino (motivo este que le vallió el adjetivo de 'loco' y ya
de paso también nos era aplicado a nosotros).
Tranquilamente caminando por la feria, nos tomamos un mojito en una de
las paradas (nada que ver con los nuestros, pero aceptable, viendo lo
que preparan por ahi), nos volvimos caminando hacia el camping que se
encontraba a poco menos de un kilómetro de la ciudad y
disfrutamos de una noche estrellada, de las que dificilmente se puede
apreciar por aqui.
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Miércoles, 19
de Agosto. Xàtiva - Banyeres de Mariola.
Tan pronto como nos fue posible, desmontamos e iniciamos la ruta. En
esta ocasión, el asfalto fue dando paso a los caminos de
montaña y la planuria a la subida que poco a poco
iba haciendo mella en nuestras fuerzas.
El sol volvía a apretar como nunca y con el rio Albaida a
nuestro lado, el bochorno se hacía insoportable por
momentos. En Ontinyent, paramos por un Mercadona y en esta
ocasión no nos aprovisionamos de pan y fiambre, como en
otros días, sino que arramblamos con la fruta, parando en
las pozas del 'Pou Clar' a engullirlas sin esfuerzo alguno. Y es que
cuando el calor aprieta, lo único que entra es
líquido, y si esta fresquito, mejor.
Al llegar a Bocairent hicimos un pequeño esfuerzo
más y como teníamos que esperar una hora a que
nos abrieran el albergue 'Ull de Canals', buscamos donde sellar el
salvoconducto e hicimos el dificil esfuerzo de hacer tiempo en el
único bar abierto que encontramos y donde,
curiosamente, se encontraba todo el pueblo.
El albergue se encontraba 3Kms pasado el pueblo, pero estaba bien
cuidado y se encontraba envidiosamente en plena puerta de entrada al
parque de la Serra de Mariola, por lo que podéis imaginar el
encomiable paisaje del que disfrutan sus huéspedes.
Allí lavamos la ropa y le dijimos adiós a las
pastillas de jabón, que nos olvidamos en la fuente... Luego
bajamos al pueblo y en el primer bar que encontramos (y que
curiosamente es uno de los puntos de sellado con los que cuenta
Banyeres) nos sentamos a cenar lo poco que podían ofrecernos.
Tras el papeo, parapetados con los frontales, las luces traseras y el
chaleco de carretera, disfrutamos de una pseudo-nocturna hasta el
albergue, rodeados de un cielo completamente estrellado.
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Jueves, 20 de
Agosto. Banyeres de Mariola - Crevillente.
Aunque en esta ocasión madrugamos bastante, un malentendido
con el hospitalero nos impidió salir más pronto y
finalmente nos pusimos en marcha sobre las 8.30 de la
mañana, cuando el solete ya se imponía y gritaba
a grandes voces que lo íbamos a pasar mal, ya que la ruta de
hoy estaba programada para unos 90 Kms, afortunadamente no de rampas,
pero ya sa sabe...
Durante la bajada inicial, el trayecto era precioso, pues nos
encontrábamos bordeando la Serra de Mariola y sus macizos
montañosos pero llenos de verde.
Luego, y sin darnos cuenta entramos en una via verde, que no se
econtraba apenas señalizada y que resultó ser la
via de la Chicharra (imaginaos el nombre de dónde le viene).
Al realizar el tramo de Via verde, ya podéis imaginar que
era muy sencillo de recorrer, plano, arregladito y con tendencia a la
bajada. Adelantamos una barbaridad.
No obstante, era imposible no dar algun que otro rodeo (en uno de los
cuales encontramos este huerto con unas calabazas que para
sí las quisiera Pedrico para sus alumnos) y la ruta iba
sumando y sumando kilómetros al marcador y el sol iba
aplastándonos cada vez más.
El marcador del termómetro no bajaba de 37 grados, y eso
durante todo el dia, quema bastante.
A pesar de todo esto, en el sexto dia de ruta, al fin empezaba a
notarme fino y ya sentía que durante esta jornada, cada vez
que aparecía alguna cuesta no tenía
ningún problema, no solo en aguantar en el ritmo, sino en
forzarlo sin esfuerzo y salvar cada desnivel sin cansarme.
(Lástima que tuviera que esperar cinco días para
experimentarlo).
Como es de suponer el paisaje iba cambiando a nuestro paso y el cultivo
reinante pasó a ser los viñedos del
Vinalopó (con su saquito de papel para resguardarlos de
cualqueir plaga).
Y ya cerca de Elche el paisaje se convirtío en un
auténtico secarral, lo que curiosamente no evitó
que en uno de esos desiertos aparentes, apareciera ante nuestros ojos
un enorme campo de golf perfectamente verde y tierno (si, la sorpresa
sobre de dónde sacaban el agua, más que
asaltarme, me aporreó). Hay que decir que este secarral era
bonito, a su manera. Aunque realmente tenia una manera bastante fea de
ser bonito... ;-)
Siguiendo el track, no nos dimos cuenta que no estaba pintado pasando
por Crevillente hasta que no nos habíamos pasado unos pocos
Kms hacia adelante y nos tocó recular, lo que
originó una etapa de 111Kms, de esas que tanto le gustan a
Bruli.
Hicimos una pequeña pausa en Crevillente mientras Bruli
hacia de Bionicle y pronto nos indicaron cómo llegar al
camping LAS PALMERAS (nombre con ciertas connotaciones sexuales para
aquellos residentes en Castellón).
Allí plantamos la tienda, nos dimos una buena piscinita (y
hasta disfrutamos de un Jacuzzi mientras nos dejaron), y con la excusa
de que no llevábamos efectivo, nos dimos un homenaje en el
restaurante del camping en honor de lo que nos habíamos
arreado y lo poco que quedaba ya para terminar la gesta.
Lo mejor sin duda, fue que de nuevo hice el ridículo pasando
por pederasta cuando una señora me encontró
afeitándome a navaja en el baño de
señoras rodeado de 3 chiquillas, mientras una de ella me
instaba a salir del baño porque ella sí se habia
dado cuenta que yo no podía estar allí.
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Viernes, 21 de Agosto.
Crevillente - Orihuela y extensión a Murcia.
Esta vez si que lo conseguimos, queríamos salir prontito y
despues de levantarnos a las 6.30 y asearnos (esta vez en el
baño de hombres), desayunamos pronto y antes de las 8
estábamos circulando agradeciendo el madrugón y
bendiciendo que el sol aun no estuviera donde no tardaría en
llegar. Esta vez, el cultivo por excelencia era el Granado, y menos
más que no estaban maduras del todo, porque sino me pongo
malo, con lo que me gustan.
El tramo resultó muy sencillo y rápido. Fuimos
siguiendo (unas veces conscientemente y otras no) la senda del poeta
(no hagáis broma con lo de la bragueta que os veo. Y no
tardamos en bordear el macizo que nos separaba hasta Orihuela y que
luego nos encararía hacia Murcia siguiendo el cauce del
Segura.
Pronto llegamos a Orihuela y preguntando encontramos el museo donde
puse el sello final al salvocunducto y donde, tras profanar la iglesia,
dimos por terminado el camino del Cid.
A pesar de todo, y como estábamos cerca, seguimos pedaleando
siguiendo el cauce del Segura hasta llegar a Murcia, donde la Loles y
su familia nos obsequió con unos refrescantes quintos y una
magnífica comida cerca de la playa.
Luego, cagando leches, me acercaron al tren, que casi
perdíamos, y que me llevaría triunfal hasta
Valencia y donde tomaría el tren final hasta
Castellón. Ya sólo tenia que remar un poquito
más y en pocos minutos, pasadas las 23.30 con un hambre del
copón y un sueño no mucho menor,
llegué al Grao y di por finalizado el periplo.
Ya esta! una ruta más zamponeada, en Mayo se puso a tiro en
camino Francés de Santiago y ahora, casi un año
después de cuando lo inicié doy por terminado el
del Cid. Cúal será el próximo..? Qui
lo sa... Los Zampones semos asín...
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Descárgate aqui el track de la
Extensión a Murcia.